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Semana 4

El sangrado sigue siendo normal, pero la hemorragia debe disminuir de forma constante y cambiar de color, desde sangre roja al principio hasta flujo marrón oscuro. Cuatro semanas después del parto, no deberías sentir ningún dolor por los desgarros. De ser así, ponte en contacto con tu matrona para que te examine.

Como madre primeriza, independientemente de si estás sola o sois dos compartiendo la maternidad, es muy importante contar con apoyo y una red cercana. Porque, sin duda alguna, habrá momentos en los que ambos necesitaréis tiempo para recargar energías o para alimentar vuestra relación.

Si das el pecho

Para las madres que dan el pecho, es posible que las primeras dificultades hayan remitido y la lactancia materna ya se haya establecido como una rutina. Pero también puede ser que hayas luchado con una lactancia que no ha funcionado, una llena de complicaciones y dolor.

Si la lactancia materna no funciona, la leche de fórmula como complemento siempre es una alternativa si te facilita las cosas. Y si llega a complicarse demasiado, siempre tienes la opción de abandonar la lactancia materna. Ninguna de esas opciones te hace peor madre. Los bebés se desarrollan con normalidad también cuando se alimentan con leche artificial. Si quieres seguir dando el pecho, pero sientes que aún tienes dificultades que te cuesta superar, no dudes en pedir ayuda. Recuerda: la decisión es tuya. Si quieres seguir dando el pecho pero tienes complicaciones, tienes derecho a recibir ayuda y apoyo.

Consulta a tu matrona en el centro de salud. Ella puede guiarte e informarte acerca de los grupos de apoyo a la lactancia materna. Estos grupos constituyen una importante red de apoyo, que complementa la asistencia ofrecida por los servicios sanitarios. La entrada es gratuita, y puedes ir simplemente a compartir con otras madres los sentimientos y sensaciones relacionados con la lactancia.

La Guía de Lactancia contiene información destinada a apoyarte en las diversas situaciones que pueden surgir durante el periodo de lactancia.

Sueño

Todos los bebés son diferentes. Algunos duermen toda la noche; se duermen contentos y se despiertan contentos, pero no todos los bebés lo hacen. Hay bebés que nunca parecen estar satisfechos, y que lloran o exigen consuelo constante, incluso durante la noche.

Como padres, no se puede influir de ninguna manera en cómo actuará tu bebé. Intentad compartir la responsabilidad del bebé si es posible. Organiza alguna forma de desconexión, momentos para reponer fuerzas y tiempo para ti misma, especialmente si eres madre en solitario.

Puedes obtener ayuda y apoyo de la matrona o la enfermera pediátrica del centro de salud. Si tu bebé llora constantemente, puede ser un síntoma de cólicos para los que tú y tu bebé necesitáis apoyo y ayuda del centro de salud.

Recuperación

Con el tiempo establecerás las rutinas diarias, pero siempre habrá muchos retos nuevos. Es fácil olvidarlo, pero queremos recordarte que tu cuerpo es fantástico. Piensa un poco en lo que ha pasado y el hecho de que se necesite tiempo para recuperarse tiene mucho sentido. Tómate tu tiempo; no te estreses. Si te permites curarte tranquila le das a tu cuerpo y a ti misma las mejores condiciones para sanar. Probablemente hay algunas cosas que crees que puedes hacer y otras que deberías esperar a hacer. Una de las cosas que deberías posponer es salir a correr o dar paseos muy largos. Tus músculos, ligamentos y tendones han estado sometidos a una gran tensión durante mucho tiempo y necesitan también tiempo para recuperarse. No te sientas presionada para empezar a hacer ejercicio. Piensa, por el contrario, que debes descansar para ponerte en forma. ¡Escucha lo que te dice tu cuerpo y ve aumentando la actividad física de forma gradual!

Detente un tiempo a observar cómo lo estás haciendo. Si tienes ganas de llorar, o te sientes decaída y deprimida varias veces al día, podría ser conveniente comentarlo con la enfermera o la matrona del centro de salud Pueden encargarse de que recibas apoyo.

También puede que te sientas más tranquila. Independientemente de cómo te encuentres, date tiempo para reflexionar sobre cómo te sientes. Puede ser tremendamente útil escribir tus pensamientos en un diario. Creemos recordar cómo nos sentíamos en un momento determinado cuando, en realidad, nos cuesta recordar cómo nos sentíamos hace apenas unos días. Escribirlo puede hacer que te sientas bien, pero también puede ser bueno que vayas atrás y veas cómo ha evolucionado tu bienestar con el tiempo.

Referncias:

  • Janson, P.O. & Landgren, B. (red.) (2010). Gynekologi. (1. uppl.) Lund: Studentlitteratur.
  • Kaplan, A. (red.) (2009). Lärobok för barnmorskor. (3., omarb. uppl.) Lund: Studentlitteratur.
  • Myles, M.F., Marshall, J.E. & Raynor, M.D. (red.) (2014). Myles textbook for midwives. (16th edition). Edinburgh: Elsevier.
  • Savage S. J. (2020). A Fourth Trimetser Action Plan for Wellness. The Journal of Perinatal Education. Apr 1;29(2):103-112. DOI: 10.1891/J-PE-D-18-00034