Alimentar al bebé no es tan solo un tiempo en el que le das comida; es una posibilidad extraordinaria de cercanía, afecto, contacto visual y corporal, amor, y vínculo. Estos factores son igual de importantes tanto si le das el pecho como el biberón.
Si el bebé toma el biberón tienes que ser siempre tú, la madre o el padre, el que se lo dé para aprovechar ese momento para fortalecer el vínculo. El contacto «piel con piel» de los primeros días favorece el vínculo y es beneficioso para el bebé: se siente tranquilo, tiene la temperatura adecuada y sus niveles de azúcar son más estables. Al estar tan cerca también percibirá el olor del que lo alimenta.
Puedes hacerlo así
Siéntate cómodamente, asegúrate de tener a mano todo lo que necesitas e intenta crear un entorno apacible. Si acaricias al bebé mientras le das de comer conseguirás que el bebé produzca más oxitocina, la hormona de la tranquilidad y el bienestar, y al tomar el biberón se liberan además hormonas en el estómago que estimulan la digestión y ayudan a que esté tranquilo.
Preparación de la leche de fórmula Al preparar la leche de fórmula es importante que sigas cuidadosamente las instrucciones del paquete en cuanto a cantidad, preparación y conservación. La cantidad diaria recomendada por toma dependerá de la edad, el peso y el apetito del bebé.
Si fuera necesario la matrona o la enfermera del centro de salud podrá aconsejarte según tu situación específica. Así podrás elegir el producto que mejor se adapte a tus necesidades en el caso de que, por ejemplo, la familia tuviera alguna alergia.
Posición Se recomienda tener al bebé en posición de semisentado en los brazos y sostenerle la cabeza y el cuello con el brazo. Así podréis tener contacto visual durante la toma.
Señales que indican hambre en el bebé Es importante que adaptes las comidas al apetito del bebé. El recién nacido suele tener un comportamiento específico que indica que tiene hambre. Mueve la cabeza, busca succionar algo, se lleva las manos a la boca, y después muestra desconformidad y llora. Todas esas señales indican que tiene hambre.
A tener en cuenta Sostén el biberón sin moverlo y sin forzar si el bebé quiere hacer una pausa. No necesitas quitarle el biberón cada vez que quiera hacer una pausa, podrías bajarlo un poco en forma horizontal mientras el bebé descansa un instante y volver a subirlo cuando quiera volver a tomar.
Cuando toman el biberón algunos bebés necesitan eructar de vez en cuando, cada bebé es diferente y esto varía. También puede que quiera quedarse en brazos un rato después de comer.
La tetina del biberón
Si te extraes leche tienes que guardarla en el refrigerador entre las extracciones y las tomas. Cuando le des la leche materna o de fórmula tiene que estar a temperatura ambiente.
Tipos de tetinas La elección del modelo de biberón y la tetina es cuestión de gusto y estilo. Algunos bebés tienen preferencia por un modelo de tetina en particular. Lo importante es que la tetina tenga un orificio pequeño para que el bebé pueda tomar a un ritmo pausado.
Limpieza y mantenimiento Hay que limpiar la tetina y el biberón después de cada toma. Lo mejor es lavarlo con agua fría, después con agua caliente con jabón y por último enjuagar la tetina y el biberón cuidadosamente. Una vez al día hay que dejar el biberón y la tetina en agua hirviendo durante 5 minutos.
Apoyo del entorno A muchos les gusta poder alimentar a un bebé pequeño. Si es posible, eres tú el que tiene que darle siempre la toma al bebé. El entorno puede ayudar con otro tipo de tareas como, por ejemplo, mezclar la leche de fórmula, lavar el biberón, limpiar y prepararles la comida a los padres.
El entorno tiene que respetar la decisión de la madre que no quiera o no pueda dar el pecho. Si te da pena no poder dar el pecho habla con la matrona o la enfermera del servicio de pediatría y pide consejos y ayuda.
El momento de dar de comer al bebé es un momento donde el bebé y los padres fortalecen el estrecho vínculo único entre ellos; el más importante para el desarrollo emocional del bebé.