AdobeStock 685791205

Cambios físicos después del parto

Preglife

ByPreglife

Vi har valt att samarbeta med experter som har en omfattande erfarenhet för att du ska få så relevant och faktabaserad information som möjligt under din graviditet, efter födseln och de första 2 åren med ditt barn.

En este artículo hablaremos sobre los cambios que suelen producirse en el cuerpo después de dar a luz.

Útero

El sangrado vaginal es sangre proveniente de la herida donde antes había estaba ubicada la placenta en el útero. Los primeros días puede ser abundante, pero luego disminuye; la sangre es de color rojizo al principio. El sangrado podría ser constante, pero si sientes que aumenta con el paso de los días debes consultar con el médico.

Después de algunos días la secreción de la herida será de color marrón, luego amarillento y finalmente blanco. El sangrado cesa entre la sexta y la octava semana después del parto. Es aproximadamente el mismo periodo de tiempo que necesita el útero para volver a su tamaño natural.

Mientras dure el sangrado evita todo aquello que podría causar una infección como, por ejemplo, darte baños de inmersión, utilizar tampones o mantener relaciones sexuales. Puedes ducharse sin ningún problema y utilizar compresas o salvaslips.

Es común tener contracciones dolorosas durante las primeras semanas posteriores al parto. Se trata de un proceso normal mediante el cual el útero vuelve poco a poco a su estado normal. Las contracciones postparto (entuertos) no son comunes en las madres primerizas. Son mucho más dolorosas en las mujeres que han dado a luz antes y el dolor es más agudo con después de cada parto. Es totalmente natural tener que tomar analgésicos para el dolor, aunque hayas dado a luz antes y no hayas tenido esas mismas contracciones. Suelen sentirse más al dar de mamar. Hacer actividad física, como por ejemplo salir a caminar, puede hacer que el sangrado sea más intenso. Es normal.

Si tienes fiebre y dolor prolongado en la tripa o el flujo tiene mal olor y la hemorragia es pronunciada podría existir una infección. Acude a tu centro de salud o a tu hospital de referencia porque es posible que necesites tratamiento.

Pechos

Es común que los pechos se inflamen cuando suba la leche. Se trata de un proceso fisiológico donde hay mayor líquido en los tejidos y volumen de sangre en los pechos, por eso se hinchan y causan molestias. A veces incluso aumentan de temperatura. Sentirás un alivio después de dos o tres días. El dolor suele aliviarse con una compresa caliente. También alivia dar el pecho.

Desgarros

La capacidad de recuperación de la zona genital es muy buena. Estar levantada y en movimiento también beneficia a la recuperación ya que aumenta la circulación sanguínea. Para evitar infecciones se recomienda cambiar las compresas y ducharse con frecuencia. La mayoría de los puntos se aplican con material absorbente y desaparecerán por sí solos. Todo depende de la cantidad que hayan utilizado para coser la zona. Pero quédate tranquila que desaparecerán por completo cuando la herida haya sanado totalmente. Si quieras saber cuándo se reabsorberán por completo, pregunta al personal sanitario qué material han utilizado.

Orina y función intestinal

Es común orinar mucho después del parto. El cuerpo necesita deshacerse de todo el líquido adicional que acumuló durante el embarazo. Si sientes ardor al orinar podría tratarse de pequeñas estrías en la mucosa de alrededor de la uretra. Presta atención: lo importante es que orines a intervalos regulares. En el hospital te van a preguntar si estás orinando con regularidad. Asegúrate de vaciar la vejiga para disminuir el sangrado.

Esta situación podría también deberse a una infección. Habla con el personal sanitario o si ya has vuelto a casa, ponte en contacto con tu médico o tu matrona. No tengas miedo a orinar después del parto, los puntos no se irán. Bebe mucha agua y lleva una dieta rica en fibra para evitar el estreñimiento. Las hemorroides son venas que se inflaman alrededor del ano o en el interior del recto. Los cambios hormonales durante el embarazo y el los pujos del parto podrían favorecer su aparición. Pueden ser muy dolorosas. Hay tratamiento y cosas que tú misma puedes hacer para aliviar el dolor. Habla con tu matrona.

Menstruación

No volverás a tener la menstruación hasta haber dejado de dar el pecho o comenzado a disminuir el número de tomas. Suele variar enormemente de mujer a mujer y dependerá muchísimo de si estás dando solo el pecho o no. De todas formas, no olvides usar protección para evitar un posible embarazo no buscado ya que no conoces la fecha de la primera ovulación después del parto.

Hormonas

Debido a los cambios hormonales naturales posteriores al parto es muy común experimentar cambios de humor repentinos y transpiración excesiva. También podrías notar que se te ha comenzado a caer el cabello como consecuencia de los cambios hormonales que viviste durante el embarazo.

Sexualidad

Cada mujer es diferente y no se puede generalizar para saber exactamente cuándo una mujer comienza a sentir deseo sexual de nuevo tras el parto. Habla con tu pareja, dense tiempo y afecto. Utiliza lubricante cuando tengas relaciones ya que el equilibrio hormonal durante la lactancia podría resecar la mucosa vaginal. Se recomienda usar preservativo para evitar un embarazo no deseado.

Control postparto

Tienes que pedir cita con la matrona en tu centro de salud. Esta primera visita es tras la primera semana del parto. El siguiente control es en la sexta semana después del parto. En esta revisión se controla que el útero ha vuelto a su tamaño natural, que se han curado los desgarros y que se ha comenzado a fortalecer el suelo pélvico. En esta visita también podrás consultar sobre métodos anticonceptivos.

Ejercicio físico

Entre la sexta y la octava semana después del embarazo el cuerpo se ocupa principalmente de su recuperación. Hay que evitar levantar o cargar cosas pesadas (el peso del bebé no es un problema), el ejercicio físico intenso, hacer abdominales o ejercicios aeróbicos, o similares. Está bien salir a caminar al principio. Los músculos de la pelvis se han debilitado durante el embarazo y el parto y es importante fortalecerlos nuevamente con ejercicios de Kegel. Un suelo pélvico fuerte ayuda a evitar la incontinencia y el prolapso uterino. Consulta con un fisioterapeuta para obtener más información.

*Mencionado anteriormente