Muchos padres describen la experiencia del nacimiento de sus hijos como la más importante de sus vidas.
La pareja puede ayudar de varias maneras antes, durante y después del parto. Para la mujer que va a dar a luz la ayuda física, social y emocional son condiciones para que se sienta segura y se atreva a afrontar el trabajo de parto con todo lo que ello conlleva. La persona que acompaña a la mujer tiene una función muy importante y no siempre es fácil. La primera vez que estás presente en un parto es como aventurarte en terreno desconocido. Mi mejor consejo es: «Aguanta, abraza y sigue aguantando» y confía en ella, en su capacidad de parir y la capacidad de tu bebé de nacer. Ver a la persona que amas en una situación de tanta vulnerabilidad, que es dolorosa y pone a prueba la paciencia, puede ser muy frustrante. Es común que la pareja esté preocupada primero por la resistencia de la mujer, y segundo por si el bebé soportará el trabajo de parto. Es totalmente normal sentir impotencia y que se te cruce por la cabeza «¿qué hago ahora?».
Después del parto la mayoría de las mujeres suele decir: «Lo más importante fue que estuvieras presente y a mi lado. No importa tanto lo que hiciste». Por supuesto que uno se siente bien siendo útil y ayudando de manera concreta. Pero repetimos, lo más importante es que estés presente.
Si tu pareja va a dar a luz, estos consejos pueden ayudarte durante el parto:
- Averigua con tiempo qué tipo de ayuda querrá recibir durante el embarazo, como puedes contribuir en particular para animarla, y qué podrías decir para tranquilizarla y darle fuerza.
- Asegúrate de estar siempre disponible. Sé perceptivo a sus necesidades, valórala, apóyala y anímala a medida que avanza el trabajo de parto.
- Ayúdale a relajarse todo lo posible física y mentalmente. Dile cosas que le ayuden a relajarse y la hagan sentir segura.
- Ayúdale a encontrar un patrón de respiración adecuado. Inhalar por la nariz y exhalar por la boca crean un buen ritmo. Asegúrate de que no aguante la respiración ni hiperventile (lo que podría causar un hormigueo en la boca y los dedos).
- Sugiérele diferentes posiciones y ayúdala a encontrarlas.
- Cuéntale y mantenla informada sobre lo que va pasando. Ayúdala a mantenerse concentrada en el momento presente y apóyala para que no tenga miedo. Fortalece su autoestima. Dile cosas que le suele gustar escuchar.
- Prueba a darle diferentes tipos de masajes según la fase de parto en la que se encuentre.
- Ayúdala a encontrar y seguir el ritmo de las contracciones. No permitas que el dolor la sorprenda. Recuerda que el dolor, en el parto, no tiene porque ir vinculado al sufrimiento.
- Si transpira ayúdale a refrescarse; podría darse un baño o una ducha, cepillarse los dientes, o aplicarse toallas frías. Si tiene frío podría bañarse con agua caliente, tomar algo caliente o mantenerse en movimiento. Recuérdale hidratarse y recargar energía y que tiene que ir a orinar una vez por hora para vaciar la vejiga.
- En el caso de que utilice gas hilarante ayúdala a que lo utilice en el momento justo cuando comience la contracción con inhalaciones lentas y profundas.
- Si no hay buena sintonía con el personal sanitario es tu responsabilidad solucionar la situación. Pide cambiar el personal de guardia que consideras que no os está funcionando. Siempre hay personal disponible.
- Puedes mantener informada a la matrona en todo momento sobre lo que habéis hablado y acordado sobre el parto. Eres el que mejor puede comunicarse con la matrona en esta situación. -Involúcrate en la redacción del plan de parto y apréndetelo bien, para poder transmitir mejor sus intereses, deseos y necesidades a la comadrona que os esté atendiendo.
Fuente:
- Abascal, G., & Huss, M. S. (2018). Att föda. Bonnier Fakta.