La deposición del bebé va cambiando de color durante la primera semana de vida. Se debe a que el bebé pasa de ingerir únicamente líquido amniótico en el vientre de la madre (se alimenta a través del cordón umbilical) a mamar calostro, y después leche materna o de fórmula. La leche materna rara vez estriñe a un bebé. Los bebés que solo toman el pecho, después de alrededor de un mes de vida, defecan entre 10 veces al día y una vez por semana. Ambas variantes son normales. Los bebés que se alimentan con leche de fórmula pueden estreñirse y defecar menos a menudo.
La deposición no tiene que ser ni blanca ni gris ni colorada. En ese caso tienes que consultar al pediatra.
La deposición suele tener este aspecto y es totalmente normal: Día 1–2: negra y pegajosa. Día 2–3 aproximadamente: color verde amarronado. Día 4–5 aproximadamente: color mostaza y de consistencia tipo queso fresco granulado; típica de un bebé que toma el pecho.