El útero se vuelve más pesado y aumenta la carga sobre los músculos, las articulaciones y los ligamentos, especialmente en la zona lumbar. Muchas embarazadas incluso arquean la espalda con el crecimiento de la tripa, lo que genera un estrés mayor en los músculos de la espalda. Se trata de un dolor que empeora hacia el final del embarazo.
Si tienes dolores en la espalda te recomendamos que hagas pausas a menudo para aliviar la carga y puedas soportar mejor la molestia; prueba a recostarte de lado con ambas piernas flexionadas y un cojín entre las rodillas y los pies. Te resultará agradable y descargará la tensión. La actividad física y un plan de ejercicio adaptado podrían ayudar a prevenir dolores al fortalecer los músculos de la espalda para que puedan soportar mejor el peso.
Fuente:
- Lärobok för barnmorskor. Faxelid, E. Course literature 2001.
- Myles Textbook for Midwives. Fraser, D. och Cooper, M. Churchill Livingstone 2003.