De forma óptima, la mujer debería tener libertad absoluta de movimiento para dar a luz. Aquí te contamos algunas de las posiciones que muchas mujeres toman de forma espontánea y que pueden ser muy útiles y beneficiosas:
- De pie: puedes apoyarte en tu pareja o apoyarte sobre la cama o un mueble. Para aprovechar la posición vertical al máximo lo ideal es que te inclines hacia adelante, con las piernas separadas y las rodillas flexionadas.
- A cuatro patas: esta es una posición recomendada si tienes molestias en la espalda porque sirve para descargarla. Si además mueves las caderas se alivia la presión ejercida contra el recto.
- En cuclillas: Esta es la posición en la que el diámetro bajo de la pelvis se amplía más y es más difícil no pujar. Cuanto más cerca del suelo puedas estar en la posición y cuanto más cerca estén las rodillas de los hombros en cuclillas, más espacio tiene la cabeza del bebé para pasar a través del canal vaginal. Pocas personas están acostumbradas a estar de cuclillas durante un tiempo prolongado. Puedes utilizar una silla de parto para ayudarte. No permanezcas sentada más de 20 minutos cada vez, más tiempo podría inflamar los genitales.
- Posición medio sentada: Esta es la mejor posición anatómica. Sentada totalmente no aprovechas la fuerza de gravedad por completo. Además, el perineo sufre bastante presión. Existe más riesgo de que el útero presione contra los vasos sanguíneos, lo que podría conducir a una bajada de presión arterial y a nauseas.
- Con pelota de Pilates: A muchas mujeres les gusta utilizar la pelota de Pilates para sentarse y moverse. El suelo pélvico y los músculos se relajan más fácilmente, se ensancha la pelvis y es más fácil el paso del bebé por el canal. Lo ideal aquí es que tus rodillas estén más bajas que tus caderas para facilitar la entrada del bebé en la pelvis y su descenso.
- De rodillas: Muchas mujeres están muy cómodas de rodillas, especialmente en la última fase del parto. Puedes levantar la cabecera de la cama e inclinarte sobre ella, o poner una colchoneta o cojines en el suelo y apoyarte sobre la pelota de pilates o una silla o sofá. No estés demasiado tiempo de pie porque podrías cargar demasiado peso sobre las rodillas.
- Tumbada de lado: Esta es la mejor posición si prefieres optar por una posición horizontal. El bebé se oxigena adecuadamente y muchas mujeres sienten también que tienen control en esta posición y pueden descansar entre las contracciones.
- En posición ginecológica: Para la mayoría de las mujeres esta posición no es nueva si han ido a revisaciones ginecológicas. No se recomienda esta posición excepto para hacer ciertas revisiones durante el parto y en el caso de tener que ayudar al bebé con fórceps o ventosa.
- Acostada boca arriba: No se recomienda esta posición. El bebé recibe menos oxígeno. La mujer suele tener náuseas y bajarle la presión. No se aprovecha la fuerza de gravedad. Las mujeres no suelen elegirla espontáneamente porque están muy incómodas.
Piensa en las posiciones que crees que podrían favorecerte durante el parto, las puedes probar y ver donde hay más movimiento, cómo te sientes más cómoda… No podrás decidir antes del parto la posición exacta en la que vas a dar a luz, porque no sabes cómo te sentirás ni cómo va a ir todo… pero reflexionar al respecto va a ayudarte a conocer mejor tus preferencias. En todo momento puedes cambiar de opinión y hacer lo que sientas correcto. La comadrona, durante el parto, te puede ayudar y dar alternativas para que estés lo más cómoda posible.
Fuente:
- Abascal, G., & Huss, M. S. (2018). Att föda. Bonnier Fakta.