En las diferentes fases del parto puedes usar diferentes estrategias. En general podríamos resumirlo de esta forma:
- Durante la fase de preparto o pródromos se recomienda que intentes ignorar el dolor.
- Cuando el dolor se haga más fuerte, intenta distraerte.
- Cuando se haga tan fuerte que no puedas distraerte, es bueno aceptarlo, el dolor aparece para ayudarte a dar a luz.
- Durante la fase de dilatación y en la fase de pujos hay que atreverse a enfrentarse al dolor.
Cuando el dolor es más intenso muchas mujeres se concentran en sí mismas y ponen toda su energía en manejar el dolor. Si se comprende el dolor, también es posible gestionarlo y quizás hasta considerarlo necesario porque nos acerca al nacimiento del bebé. Es posible que te sientas más sensible que nunca, lo que podría expresarse de diversas maneras como, por ejemplo, tener un comportamiento totalmente desconocido para tu pareja. Es común que se extremen los sentidos; sentido, oído, vista y olfato. También es común sentir que te cambia la percepción del tiempo.
Algunas mujeres se resignan cuando el dolor es muy fuerte, especialmente hacia el final de la fase de dilatación. Las emociones te sobrepasan: frustración, cansancio, sentir «No puedo más». En esta fase es importante que te sientas totalmente respetada y que cuentes con todo el apoyo del entorno. Necesitas que te tengan en cuenta y sentirte validada y animada. Más allá de tu reacción, el entorno debe respetar tu forma de expresar tus sentimientos y demostrarte su confianza de que tú eres capaz de dar a luz a tu bebé.
Necesitarás energía. Tienes que tomar mucho líquido para llevar mejor el dolor y poder concentrarte. El útero también necesita energía para superar el trabajo de parto. Consume alimentos ricos en azucares y sales minerales que sean fáciles de digerir para que el cuerpo pueda aprovecharlos al máximo.
Fuente:
- Abascal, G., & Huss, M. S. (2018). Att föda. Bonnier Fakta.