Te recomendamos evitar el estrés y los conflictos porque, en general, te sentirás más sensible, más vulnerable y menos capaz de enfrentarte a los problemas y las complicaciones. La pareja tiene aquí una función muy importante para protegerte. A veces es difícil notar los cambios en el cuerpo, te sentirás pesada y torpe. ¿Quizás sea la forma en la que el cuerpo le indica al cerebro que ha llegado el momento de dar a luz?
Pensar en el bebé, planificar y hacer las compras para tener todo preparado podría ser una forma de prepararte para la llegada del bebé. Aprovecha, si puedes, para salir a dar un paseo reconfortante y liberar tus pensamientos. Es algo que la mayoría de las mujeres aprecia mucho. Si te preocupa desgarrarte al dar a luz, para evitarlo, y aunque no es imprescindible, puedes aprovechar y hacer ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico y masajes perineales. Pregunta a tu matrona o tu fisioterapeuta del suelo pélvico cómo preparar tu suelo pélvico si crees que lo necesitas. Ellos sabrán guiarte en lo que necesites.
Fuente:
- Abascal, G., & Huss, M. S. (2018). Att föda. Bonnier Fakta.