Cada niño es único y no existen soluciones universales que puedan aplicarse a todos. Hemos reunido todos los consejos y sugerencias que se han dado en numerosas visitas y conversaciones sobre lactancia en diferentes centros y que podrían servir de ayuda en el momento de dejar de dar el pecho.
Planifica el destete y elije un momento para abandonar la lactancia que sea adecuado para toda la familia. Si tienes pareja, prepárate para pasar varias noches en vela. Hay que ponerse de acuerdo en los pasos a seguir, por ejemplo, hacer turnos para poder dormir durante el día o repartirse ciertas noches. Si no tienes pareja, pide ayuda a alguien de tu círculo para que te eche una mano durante este período. Esa persona podría cuidar al bebé algunas horas durante el día para que puedas dormir, por ejemplo. A muchas personas les hace mucha ilusión sentirse útiles.
Si la lactancia funciona sin problemas se recomienda comenzar a darle alimentos sólidos al bebé a partir de los 6 meses y seguir dándole el pecho al mismo tiempo. Ahora que ingiere otros alimentos además de la leche materna es la oportunidad para comenzar a dar menos el pecho. El destete progresivo y lento es lo más recomendable para el bebé y la madre, pero a veces tiene que ser brusco. A continuación, te damos consejos para hacerlo en cualquiera de los casos.
Destete progresivo
Puedes dar el pecho menos veces o acortar las tomas. En esencia cuanto menos succione el pecho menos leche se producirá. Es habitual darle alimentos durante el día y el pecho por la mañana y por la noche durante algún tiempo. Estos son algunos consejos que podrían ayudarte:
Ten al bebé muy cerca. El bebé necesita sentirse muy cerca de ti, especialmente durante este período. Es importante que el bebé siga sintiéndose igual de seguro que siempre. Préstale mucha atención durante el día. Podrías llevar al bebé en un portabebés o bandolera para bebé para que esté siempre muy pegado a ti. Utiliza un sujetador deportivo o envuelve fuerte los pechos con una gasa para aliviarlos cuando estén tensos y también para que no estén tan al alcance del bebé.
Habla con el bebé. Aunque sea pequeñito y no entienda. Al mismo tiempo te estarás hablando a ti misma y convenciéndote. Algunos niños se afligen muchísimo cuando no tienen acceso al pecho. Dile que el pecho tiene que dormir por la noche. Intenta darle un osito o una mantita de consuelo.
Prepáralo para la noche. Dale bien de comer antes de acostarse para estar segura de que el bebé no tiene hambre cuando se despierta por la noche y llora. Dale mimos en lugar de ofrecerle el pecho. Prueba a darle agua en un biberón o una taza de pico de aprendizaje.
Alivia los pechos llenos y tensos. Cuando comienzas a dar menos el pecho en poco tiempo empieza a disminuir también la producción de leche. Algunos bebés se cansan y al final dejan de mamar.
Podrías necesitar entre 3 y 5 días o algunas semanas antes de que disminuya la producción de leche y los pechos podrían estar doloridos y duros. Quizás tengas que extraer leche manualmente para aliviar la tensión. Hazlo en la ducha con agua caliente, coloca los pechos bajo el agua caliente o mójalos con agua caliente. Extrae solo la leche suficiente hasta dejar de sentir incomodidad en los senos; así no estimulas la producción de leche. Envuelve los pechos con, por ejemplo, un chal, usa un sujetador deportivo ajustado o coloca una almohadilla térmica para reducir la tensión de las mamas. Si no eres alérgica, toma ibuprofeno; en caso de ser alérgica, toma paracetamol y sigue las instrucciones del prospecto. Consulta con la matrona o la enfermera del servicio de pediatría.
- Espera hasta que estés convencida. Si estás convencida de que es el momento de dejar de dar el pecho será más fácil. Podrás hacerlo de manera sistemática y ser consecuente con el bebé sin confundirlo.
- Deja que tu pareja se encargue de darle de comer. En el periodo de destete lo mejor para algunas familias es que la pareja se encargue de darle las comidas al bebé durante la noche.
Destete brusco
A veces la madre tiene que dejar de dar el pecho de manera brusca, sin tener la posibilidad de un destete progresivo. Podría caer gravemente enferma de repente o tener que tomar medicamentos que pasan a la leche materna y no son buenos para el bebé. La lactancia podría tener que terminar de manera repentina por muchas otras causas.
En esos casos se necesita contar con la ayuda y el apoyo del servicio de pediatría o lactancia porque la producción de leche sigue siendo alta y hay riesgo de tener mastitis. En casos aislados se podría llegar a recetar medicamentos para detener la producción de leche.
Estas son algunas recomendaciones que podrían servirte de ayuda mientras dejas de dar el pecho y de producir leche:
- Come y bebe como siempre.
- Envuelve las mamas de manera apretada o utiliza un sujetador deportivo ajustado. Evita utilizar sujetadores con aro ya que podrían ejercer presión contra los conductos lactíferos y producir mastitis.
- Si tienes dolor puedes tomar algún antiinflamatorio como, por ejemplo, ibuprofeno. Si eres alérgica al ibuprofeno puedes tomar un analgésico como el paracetamol. Sigue las instrucciones del prospecto. Consulta con la matrona o enfermera del centro de salud o el servicio de pediatría.
- Si sientes muy tensas las mamas podrías aliviarlas con duchas calientes. Masajea el pecho con los dedos, en dirección al pezón para que la leche fluya en la dirección correcta. Puedes hacer lo mismo si sientes el pecho congestionado para hacer que se disuelva la leche.
- Intenta evitar extraer leche de manera manual porque estimula la producción de más leche.
- Busca la ayuda y el apoyo de tu entorno o del servicio de pediatría o lactancia.