Se trata de un virus que se transmite por la sangre, las relaciones sexuales (secreciones vaginales y esperma) y la lactancia puesto que el virus se transmite a través de la leche materna. La presencia de este virus se estudia en las analíticas sanguíneas de todas las mujeres embarazas. Muchas personas infectadas no tienen ningún síntoma. Los síntomas más comunes después de 2-3 semanas de la infección son: fiebre, dolor de garganta, inflamación de los ganglios linfáticos y sarpullido en la piel. El bebé puede contagiarse durante el embarazo, el parto y la lactancia. Pero si tu carga viral es baja el riesgo de contagio es mínimo. No se recomienda la lactancia materna y es probable que recibas atención de un especialista durante todo el embarazo.
Fuente:
- CDC: HIV and Perinatal Transmission
- CDC: HIV basics