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La preocupación durante el embarazo

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Sentir preocupación cuando estás embarazada es habitual y, de hecho, algo que la mayoría de las mujeres experimentan en distintos momentos. Tu cuerpo está cambiando, los niveles hormonales se están modificando y los pensamientos sobre la salud, el parto y el futuro pueden despertar tanto inquietudes pequeñas como grandes. La preocupación en sí no significa que haya algo mal, sino que suele ser una reacción natural ante una etapa de grandes cambios.

¿Por qué sientes más preocupación durante el embarazo?

  • Hormonas y sensibilidad – durante el embarazo, las hormonas pueden hacer que las emociones, tanto las positivas como las más difíciles, se vivan con mayor intensidad. Esto puede hacer que la preocupación aparezca con más facilidad y varíe en intensidad.
  • Cambios en el cuerpo – muchas mujeres prestan más atención a las señales del cuerpo que antes y pueden interpretar con facilidad cualquier cambio como un posible problema. Esta es una reacción común durante el embarazo.
  • Pensamientos sobre el bebé y el futuro – las dudas sobre la salud del bebé, el parto, las relaciones, la economía o la nueva etapa de vida pueden generar preocupación. Esto es completamente natural.

¿Qué es una preocupación “normal” y cuándo deberías buscar apoyo?

La preocupación que forma parte normal del embarazo puede incluir: inquietud leve, inseguridad o pensamientos recurrentes de forma puntual. La mayoría de las mujeres experimentan esto en alguna etapa, y es habitual que la preocupación vaya y venga.

Cuando la preocupación toma el control : en algunos casos, la preocupación puede volverse tan intensa que afecta al día a día, al sueño o a la capacidad de disfrutar del embarazo. En esas situaciones, es importante buscar apoyo.

Habla con tu matrona si:

  • sientes una preocupación intensa que no desaparece
  • tienes dificultades para relajarte o dormir
  • te preocupas tanto que interfiere en tu vida diaria
  • tienes antecedentes de ansiedad o depresión y notas que los síntomas reaparecen

¿Qué puede ayudar cuando aparece la preocupación?

  1. Habla con alguien en quien confíes. Compartir tus pensamientos con tu pareja, una amiga o un familiar puede ser de gran ayuda.
  2. Busca apoyo en los profesionales sanitarios. La matrona puede ofrecerte tranquilidad, resolver tus dudas y ayudarte a distinguir qué es normal y qué podría necesitar un apoyo más especializado.
  3. Crea pequeños momentos de calma. Acciones sencillas como la respiración profunda, el descanso, los paseos o limitar el exceso de información pueden marcar una gran diferencia. Mantener rutinas regulares y cuidar el sueño también contribuye a un mayor bienestar.

Sé amable contigo misma

Sentir preocupación no significa que estés haciendo algo mal. Es una reacción a un cambio importante y un fuerte deseo de que tu bebé esté bien. Preocuparse puede incluso ser la forma en que tu cerebro se prepara para lo que viene: pensar en distintos escenarios y buscar soluciones puede fortalecerte en tu nuevo rol como madre.

Fuentes:

  • 1177.se
  • ACOG (American College of Obstetricians and Gynecologists)