Ninguna mujer debería tener que soportar un dolor que para ella suponga demasiado sufrimiento al dar a luz. Solo tú sabes cuando el dolor es insoportable, nadie más puede valorar eso por ti.
No es necesario que decidas previamente si quieres recibir algún método de analgesia que atenúe el dolor de parto si no consideras que sea importante hacerlo. Por experiencia sabemos que lo más conveniente es conocer antes del parto cuáles serán los métodos de analgesia disponibles, aunque la decisión final la tomes en el propio parto y según cómo tú te sientas. Un buen consejo es procurar estar abierta a las diferentes opciones y no preocuparte demasiado por las tendencias o creencias de otras personas. No compares tu parto con el de otras mujeres. Cada parto es individual y único. La forma de dar a luz de cada mujer y en cada parto es única. Si escuchas tus deseos y tu cuerpo en cada momento sabrás pedir lo que necesitas. La matrona te puede ayudar dándote información sobre los beneficios y efectos de cada método analgésico.
Dar a luz sin analgesia puede dar satisfacción a ciertas mujeres, por su propia concepción del dolor, y puede beneficiar su autoestima y empoderarlas. Al mismo tiempo, sentir dolor sin que te ofrezcan maneras para aliviarlo podría tener precisamente el efecto contrario y ocasionar sufrimiento. El objetivo es que la mujer decida en todo momento lo que quiere según sus necesidades para que el parto, aunque sea doloroso, no comporte sufrimiento. Si tu reconoces tus límites y sientes que el dolor te supera, pide ayuda a tu matrona.
Los métodos de analgesia suelen tener diferentes grados de eficacia según el que se utilice. Si se logra atenuar el dolor y el sufrimiento con la ayuda del método adecuado podrás tener una experiencia satisfactoria de parto. Tener una experiencia positiva del parto os facilitará, a ti y a tu pareja, un inicio fluido y emocionalmente más estable de esta nueva etapa como padres.
Fuente:
- Abascal, G., & Huss, M. S. (2018). Att föda. Bonnier Fakta.