Hay dos tipos de analgesia con medicamentos: general y local.
Los analgésicos generales, tales como fármacos analgésicos, gas hilarante y preparados similares a la morfina, actúan principalmente en el cerebro y podrían afectar la experiencia de parto de la mujer.
La anestesia local afecta a los nervios y bloquea el impulso de dolor para que no llegue al cerebro. A menudo afecta la capacidad de movimiento y disminuye las sensaciones corporales. La ventaja de este método es que no afecta al cerebro y la mujer puede vivir su parto de mentalmente presente y activa. Además, suelen ser más eficaces para aliviar del dolor.
En la anestesia epidural es común combinar anestesia local con analgésicos fuertes.
Todos los medicamentos que se le proporcionan a la mujer llegan al bebé también en mayor o menor medida, lo que significa que habrá que controlarlo cuidadosamente cuando sean utilizados.
Fuente:
- Abascal, G., & Huss, M. S. (2018). Att föda. Bonnier Fakta.