En el pasado las mujeres daban a luz en casa y en posición vertical. Con la llegada de los hospitales la posición que comenzó a ser más común en el parto fue la horizontal, principalmente la posición ginecológica. Además, la sala de partos también se equipó como una sala de operaciones. En la actualidad los estudios demuestran que la mayoría de mujeres desean dar a luz en un entorno similar al del hogar, pero con la seguridad que aporta la medicina. La evidencia científica demuestra que la libertad de movimientos beneficia el buen progreso del parto y la mayoría de las mujeres, de forma intuitiva, prefieren las posiciones verticales en la etapa activa del parto. Explican que así sienten más control sobre su cuerpo y son más partícipes en el parto.
Incluso la OMS (2018) recomienda dar a luz en posición vertical:
- «Se recomienda que la mujer adopte las posturas que considere más cómodas, incluyendo las verticales (sentada, de pie, en cuclillas) o laterales (tumbada de lado), garantizando siempre su movilidad en función de sus necesidades individuales.»
Según la Estrategia de Atención al Parto Normal del Ministerio de Sanidad de España:
- «Se aconseja que la mujer pueda moverse en libertad durante el parto y elija lo que prefiera en cada momento.»
- «La elección depende de cada mujer y de sus necesidades o deseos en cada fase del parto.»
Son muy pocas las mujeres que eligen, de forma activa, estar en la posición ginecológica para dar a luz. Las mujeres se sienten más desprotegidas emocionalmente, y sienten que tienen menos participación y control de la situación.
Piensa en las posiciones que crees que podrían favorecerte durante el parto. Las puedes probar y ver donde hay más movimiento, y cómo te sientes más cómoda… No podrás decidir antes del parto la posición exacta en la que vas a dar a luz, porque no sabes cómo te sentirás ni cómo va a ir todo… pero reflexionar al respecto va a ayudarte a conocer mejor tus preferencias. En todo momento puedes cambiar de opinión y hacer lo que sientas correcto. La comadrona, durante el parto, te puede ayudar y dar alternativas para que estés lo más cómoda posible.
También te será útil haber hablado con tu pareja sobre tus preferencias para que te pueda acompañar mejor. Durante el trabajo de parto es interesante acordarse de cambiar de posición de vez en cuando. Es fácil repetir la misma posición, aunque en poco tiempo deje de ser igual de cómoda que al principio. Aquí la pareja y la comadrona pueden ser de gran ayuda. Ninguna posición es cómoda todo el tiempo. Cambiar de posición cada 20 o 30 minutos puede ser útil. Es importante que escuches a tu cuerpo y veas cómo te sientes en todo momento.
Dar a luz con verticalidad aporta varios beneficios:
- Puede ser un parto más rápido porque el útero trabaja de manera más efectiva, la fuerza de gravedad ayuda y es mayor la presión que la cabeza ejerce contra el cuello del útero. (Si sientes que el parto se acelera podrías tumbarte y «disminuir el ritmo».)
- Optimiza la oxigenación para la madre y el bebé, puesto que respirar en posición vertical es más eficaz y más fácil. Piensa en los cantantes; jamás estarían acostados para cantar porque la respiración no es óptima.
- Hay menor riesgo de sentir nauseas o tener una bajada de la presión arterial.
- Es más fácil encontrar las posiciones más efectivas y “cómodas” para la salida del bebé.
- Los estudios muestran que las mujeres tienen una experiencia de parto más satisfactoria si dan a luz en posición vertical.
Fuente:
- Abascal, G., & Huss, M. S. (2018). Att föda. Bonnier Fakta.