La mujer que va a dar a luz suele estar preparada mentalmente para el parto antes que su pareja y es por eso lleva un poco la delantera. Es probable que sientas que existe cierta desincronización. Te recomendamos que al comienzo del embarazo os apuntéis a algún curso de preparación al parto. De esta forma reservaréis un momento en el calendario, lleno de compromisos y planes, para estar juntos, poner en sintonía vuestras ideas, vuestros pensamientos y el conocimiento sobre el parto.
La mejor experiencia de parto suele ser cuando ambos miembros de la pareja funcionan como un equipo y son conscientes de las necesidades del otro. Cada nacimiento es único. Es importante prepararse ya sea el primer, segundo o tercer parto.
Céntrate en la relación
¿Podéis hablar de cosas importantes? Es fundamental tener una buena relación y confianza. Si sientes que hay cosas que necesitáis mejorar en vuestra relación, te recomendamos comenzar por ahí.
Visualiza el objetivo
Intenta visualizar el momento del parto y hablad sobre cómo os imagináis que será. Por ejemplo, imagina al bebé recién nacido sobre tu pecho, o cuando abras la puerta de casa al volver del hospital con el bebé en brazos. Utiliza esas visualizaciones durante el trabajo de parto o cuando estéis muy agotados y sin fuerzas.
No corráis al hospital ante la primera contracción
Por lo general el proceso de parto se inicia con contracciones. La etapa inicial se llama fase de latencia; durante la cual es preferible quedarse en casa. No os estreséis corriendo de aquí para allá y buscando las cosas que hay que llevar al hospital. Prepara el bolso con anterioridad para evitar el estrés.
Cuando la mujer se siente segura y relajada el cuerpo libera la hormona de la oxitocina que, a su vez, produce las contracciones. Se trata de una hormona especialmente sensible al estrés y las alteraciones. Enciende una vela, mantén la calma e intenta relajarte y descansar todo lo que puedas entre las contracciones.
El momento de salir hacia el hospital
El momento de salir hacia el hospital es cuando las contracciones se vuelven más constantes, más largas y dolorosas. Se trata de la segunda etapa del proceso de parto denominada fase activa; es muy intensa y ardua. Durante esta fase necesitarás usar todas las herramientas que habéis aprendido para aliviar el dolor y practicar ejercicios de respiración y relajación.
Recarga energía
Hacia el final de la etapa activa es normal sentirse muy agotado y es probable que ambos necesitéis un poco de energía extra. Lleva contigo algún zumo, refresco o fructosa. La etapa final se llama fase de transición y finaliza con la expulsión del bebé. En ese momento recuperarás un poco de fuerza.
Brinda apoyo a tu pareja
Tu apoyo afectuoso y delicado durante el trabajo de parto es de fundamental importancia. ¡Eres esencial! Recuérdalo, aunque sientas temor, desconocimiento o inseguridad. Es más que suficiente con que estés presente y atento a tu pareja, tanto durante el embarazo como el parto. Pregúntale qué necesita y de qué forma puedes ayudarla mejor.
Sé consciente de tus necesidades
Para poder ayudar a tu pareja de la mejor forma necesitas estar atento a tus propias necesidades. Si tienes miedo de que tu pareja tenga dolor, o si tienes fobia a la sangre o los hospitales, te recomendamos qué pienses bien cómo lo gestionarás en ese momento. Si estás bien preparado, descansado y sin hambre podrás ser el mejor apoyo durante el nacimiento del bebé.
Aprende todo sobre el parto
Aunque como pareja no tengas ninguna responsabilidad médica durante el parto, comprender las diferentes fases del parto no te vendrá nada mal, por ejemplo, te servirá para reconocer el comienzo del trabajo de parto y para aprender métodos para aliviar el dolor. Esto hará que te sientas más seguro y puedas transmitirle seguridad a tu pareja.
Masajes y cercanía
Los masajes sirven para aliviar el dolor durante el parto porque las caricias liberan oxitocina que es relajante. El masaje tiene que ser rítmico y suave, con movimientos delicados y lentos pero firmes. Suelen ser útiles durante y entre las contracciones.
Durante el parto lo más importante es que estés cerca de tu pareja; mójale la frente con un paño mojado entre las contracciones y recuérdale que pronto llegará el bebé.