Se trata de un virus de muy fácil contagio por vía aérea. El virus suele permanecer en una habitación muchas horas después de que haya estado allí la persona infectada. Los síntomas más comunes son: resfriado, tos seca e intensa y fiebre alta. Algunas personas infectadas experimentan también fotofobia. Después de los síntomas iniciales suele desarrollarse una erupción cutánea oscura que comienza en el rostro pero que con los días se extiende al resto del cuerpo.
Esta enfermedad podría traer complicaciones graves durante el embarazo y para el bebé en el útero. No tiene tratamiento.
El diagnóstico se establece teniendo en cuenta lo que cuenta la persona y los cultivos de muestras estudiadas. Si has tenido sarampión con anterioridad y te has vacunado te inmunizaste y lo más probable es que ahora tengas anticuerpos. Los anticuerpos te protegen a ti y al bebé antes y después del nacimiento.
Fuente:
- CDC: Measles