Quizás sientas preocupación en torno a la lactancia ya desde el embarazo, o incluso temor. Se trata del miedo a la lactancia materna y es totalmente normal. Puede ser que hayas escuchado historias que te contaron tus amigas sobre lactancias complicadas y ahora dudes de querer dar el pecho. O quizás hayas vivido ya una lactancia complicada y traumática que ahora esté afectando a tu decisión de volver o no a dar el pecho.
Charla de preparación a la lactancia
Si tu lactancia anterior fue complicada, durante el embarazo puedes pedirle a la matrona o a algún servicio de apoyo a la lactancia tener una charla preparatoria.
Básicamente esa charla trata de que el período inicial del recién nacido será diferente esta vez ya que se trata de otro bebé. Lo más importante es que puedas contar cómo fue tu experiencia anterior de lactancia y hablar sobre lo que podrías hacer de manera distinta esta vez. También es importante que conozcas las características de la lactancia durante los primeros días y comprendas el comportamiento y la capacidad que tiene el bebé. La lactancia tiene mucho que ver con el bebé y ahora tendrás otro bebé, con una personalidad diferente, otra técnica de succión y otra motricidad en la boca. En esta charla escribirás tu sola o con ayuda de la matrona un plan de lactancia que el personal sanitario tendrá que tener en cuenta y respetar en todo momento.
¿Qué te gustaría hacer?
Te recomendamos comenzar a prepararte mentalmente ya desde el embarazo. Infórmate sobre las características de la lactancia los primeros días, el comportamiento del recién nacido, cómo interpretar las señales de búsqueda y succión del bebé, la fisiología de lactancia del pecho y del cuerpo, y piensa qué vas a querer a hacer cuando llegue el bebé. Si tienes pareja, habladlo juntos.
Quizás decidas intentar dar exclusivamente el pecho (y ver el comportamiento del bebé y qué sientes esta vez), o combinar el biberón con el pecho, o solo dar el biberón. La decisión es personal y nadie puede criticarte por lo que decidas hacer.