Es normal sentir diferentes grados de tristeza después del nacimiento del bebé, pero si la sensación de abatimiento persiste hay que buscar ayuda porque la hay. El día en el que sube la leche es muy común que las hormonas lleguen al máximo en tu organismo. Algunas madres lo sienten más y algunas menos.
Es normal sentirse sensible y tener ganas de llorar
A menudo la madre se siente sensible y tiene ganas de llorar. Se trata de una reacción normal y es importante recordarlo para no sentir temor cuando estés en casa con el recién nacido y tengas unas ganas inmensas de llorar en lugar de sentir alegría por la llegada del bebé. Este abatimiento suele desaparecer al cabo de unos días.
Pide ayuda si la tristeza continúa
En algunos casos la tristeza persiste y a la madre le resulta difícil fortalecer el vínculo con el bebé. Es algo normal y se puede recibir ayuda. Habla con tu pareja, un amigo íntimo, la matrona o el servicio de apoyo a la lactancia más cercano.