En primer lugar tienes que diferenciar si se trata de una ingurgitación mamaria o de una mastitis, dos complicaciones distintas.
Ingurgitación mamaria
Entre el tercer y quinto día después del nacimiento del bebé aumenta la producción de leche. La ingurgitación mamaria suele aparecer cuando sube la leche. Se inflaman los ganglios y el tejido linfático, aumenta el volumen de sangre y la cantidad de leche, lo que hace que los pechos se pongan tensos y duros, y con bultos. Al subir la leche es probable que sientas las glándulas mamarias hasta por debajo de las axilas. Es normal. Además, es algo positivo ya que indica que está subiendo la leche más madura. No todas las mujeres sienten la ingurgitación de los senos y la leche sube sin notarlo demasiado o sin que se tensen los pechos.
La ingurgitación mamaria aparece en ambos pechos, se ponen colorados y sensibles. Al bebé le cuesta agarrarse del pecho correctamente. También podrías tener fiebre.
Qué hacer Para que el bebé se agarre correctamente al pecho podrías utilizar la técnica de Cotteman, sujetar el pecho en forma de C, o extraer con cuidado leche de forma manual antes de que el bebé comience a succionar, así alivias un poco la tensión.
Aliviar el dolor
- Aplica calor o frío en el pecho (lo que mejor te siente), p.ej. en la ducha.
- Descansa. Acuéstate en la cama.
- Bebé mucho, especialmente bebidas nutritivas como zumos, bebidas calientes y smoothies.
- Si no tienes alergia podrías tomar un ibuprofeno, si eres alérgica, toma paracetamol. Sigue las indicaciones del prospecto.
Los primeros días da el pecho a menudo. El contacto piel con piel con el bebé es muy importante. Asegúrate de que pueda respirar bien. Ayuda a que aumenten los niveles de oxitocina en la sangre, lo que a su vez sirve para estimular el reflejo de expulsión (que salga la leche). Podrías extraer leche manualmente con la ayuda del agua caliente en la ducha. Extraer leche con el sacaleches no sirve en el caso de ingurgitación mamaria, pero podría aliviar un poco el dolor.
Las hormonas que te hacen querer llorar Al mismo tiempo que sube la leche aumenta el nivel de hormonas en el cuerpo y podrías estar sensible y tener muchas ganas de llorar. Los niveles de oxitocina y prolactina (las dos hormonas de la lactancia) llegan a su nivel máximo en este momento.
Da el pecho a demanda. La succión del bebé hará que se produzca más leche en unos días. Cuídate mucho durante estos días. Piensa solo en cada día.
Pasará No será así el resto de la lactancia. La ingurgitación mamaria disminuye después de uno o dos días. Los pechos se ablandarán nuevamente y tendrás solo leche materna en los pechos.
Descarta cualquier otro tipo de infección Debería descartarse la presencia de algún otro tipo de infección como una infección urinaria, en el útero, etc. Si sientes malestar generalizado ve directamente al hospital.
Mastitis
Hay dos tipos de mastitis: bacteriana o inflamatoria. El comienzo de una mastitis bacteriana podría ser tener los pezones agrietados. Las bacterias de la piel entran en los conductos lactíferos (no deberían estar allí) y se produce una infección bacteriana en el pecho. En el caso de la mastitis inflamatoria uno o varios conductos lactíferos se han obstruido por la inflamación que existe a su alrededor lo que hace que la leche no pueda salir. Se suele sentir como un bulto o dureza en el pecho. En algunos casos será suficiente con dar el pecho hasta que desaparezca el bulto.
En algunos casos la madre podría sufrir más: tener los pechos doloridos, enrojecimiento e inflamación alrededor del lugar donde se ha producido la mastitis y lactancia dolorosa. A veces con fiebre alta. Lo más habitual es que el malestar aparezca de manera repentina.
La mastitis más común es la inflamatoria. Aquí nos concentraremos en esa variante.
Muchas causas posibles:
- El bebé no se agarra correctamente al pecho y no abre bien la boca al succionar.
- Por alguna razón el bebé no succiona de manera activa o con fuerza como lo hacía antes, quizás esté enfermo o las tomas son muy aisladas.
- Lo quitas del pecho antes de que el bebé se sienta satisfecho.
- Usas sujetador o ropa ajustada.
- El bebé comienza de repente a dormir mucho más y pasa mucho tiempo entre toma y toma.
- El estrés, el cansancio, el dolor y la preocupación podrían conducir también a la mastitis porque las hormonas del estrés retrasan la producción de oxitocina y, por tanto, el reflejo de expulsión.
Qué hacer
- Primero hay que conocer las causas concretas de la mastitis antes de poder solucionar el problema de base. A veces se cura sola, pero podrías necesitar atención médica.
- El tratamiento consiste en dar mucho el pecho afectado, intentar colocar la bebé de manera que la barbilla toque la zona afectada por la mastitis. Puedes darte masajes delicados con los dedos (con suaves golpecitos como si estuvieran tocando el piano o la trompeta) en la zona enrojecida/afectada y en dirección al pezón, especialmente mientras el bebé toma el pecho.
- Si la lactancia es dolorosa puedes extraer leche manualmente o con un sacaleches. Es importante saber que el bebé siempre toma más leche de la que puedes extraer de forma manual o con un sacaleches.
- Da también el pecho sano.
- Si el calor te resulta agradable, coloca una toalla caliente encima del pecho justo antes de dar el pecho. Aliviará el dolor.
- Otra forma de tratar la mastitis es sacándote leche al ducharte.
- Descansa mucho.
- Toma mucho líquido.
- Intenta encontrar un lugar tranquilo, si es posible.
- Toma algún analgésico si fuera necesario.
Otras infecciones y cuándo buscar ayuda Es importante descartar algún otro tipo de infección como, por ejemplo, urinaria, en el útero o de otro tipo. Si sospechas que tienes alguna infección tienes que dirigirte inmediatamente al centro de salud.
Si sientes que el malestar empeora dirígete al hospital Si estás embarazada y desarrollas una mastitis que dura más de dos días tienes que ponerte en contacto con el centro de maternidad, el servicio de apoyo a la lactancia o el centro de salud. Si ya no das el pecho, pero tienes mastitis, debes dirigirte también al centro de salud.
Si el bulto o la dureza no desaparecen en los dos meses posteriores tienes que consultar al médico para hacer una nueva revisión.