Bebé
Mamá
Normalmente la ovulación se produce una vez al mes, aproximadamente 14 días después del primer día de menstruación. La ovulación se produce cuando el ovario libera un óvulo (o a veces más de uno), que es captado por la trompa de Falopio. Durante el coito, se expulsan unos pocos mililitros (aproximadamente una cucharadita) de semen, que contienen más de 100 millones de espermatozoides. Inmediatamente comienzan a nadar a través de la vagina hasta el cuello del útero. Una vez que entran en el útero, nadan hacia las trompas de Falopio en una carrera por alcanzar primero el óvulo maduro. Si te has hecho un test de ovulación que muestra un positivo de ovulación, tendrás una idea bastante aproximada del momento de la concepción.
De los más de 100 millones de espermatozoides, solo unos 100 llegan al óvulo. Pero solo un espermatozoide puede fecundar el óvulo El espermatozoide ganador penetra en el óvulo. En cuanto el óvulo es fecundado, la superficie del óvulo fecundado cambia, haciéndolo impermeable a la penetración de otros espermatozoides.
Una vez que el espermatozoide está dentro del óvulo, la cola del espermatozoide se desprende y el núcleo del espermatozoide se une al núcleo del óvulo para fusionarse y formar una sola célula. Todo esto ocurre apenas unas horas después del momento real de la concepción.
Algunas parejas conciben con ayuda, mediante los denominados tratamientos de reproducción asistida. Una parte del procedimiento se hace fuera del cuerpo, como la fecundación in vitro (FIV) y la inseminación.
En ocasiones, un óvulo fecundado se divide y da lugar a gemelos idénticos, o dos óvulos son fecundados por dos espermatozoides individuales y dan lugar a mellizos. También es posible que más de dos óvulos sean fecundados por un solo espermatozoide, pero esto es muy raro. Cuando esto ocurre, el resultado son trillizos o cuatrillizos.
Probablemente recuerdes esto de la última vez que estuviste embarazada, pero vamos a refrescarte la memoria Para determinar la semana de embarazo, se calculan las semanas de embarazo a partir del primer día de la última menstruación. Aunque comúnmente se entiende que el embarazo dura unas 40 semanas (280 días), técnicamente se suele estar embarazada «solo» durante 38 semanas (266 días). ¿Y cómo funciona eso? Esto se debe a que la concepción solo puede tener lugar después de la ovulación (14 días después del primer día de la última regla). Eso significa que ya llevas dos semanas de embarazo cuando el espermatozoide se une al óvulo.
Si has introducido la fecha correcta del primer día de tu última menstruación, o la fecha de transferencia de embriones si te sometiste a una FIV, podemos ayudarte a saber en qué semana te encuentras. La fecha prevista de parto puede ajustarse unos días después de la primera ecografía. Si es así, es fácil actualizar este dato,
desde el momento en que sepas que estás embarazada, es importante que te abstengas completamente del alcohol, la nicotina y las drogas. Si estás tomando medicamentos con receta, consulta a tu médico para confirmar que puedes continuar con tu medicación de forma segura. También es una buena idea abstenerse del alcohol, la nicotina y las drogas si no estás segura de estar embarazada o estás intentando quedarte embarazada. La razón es que el feto es increíblemente delicado durante las primeras semanas de embarazo, cuando se están formando todos los órganos.
Se recomienda tomar 400 microgramos de ácido fólico al día para reducir el riesgo de que el feto sufra trastornos de salud, como por ejemplo, espina bífida. Lo ideal es empezar a tomar ácido fólico unos meses antes de querer concebir. Algunas mujeres tienen una mayor probabilidad de tener un embarazo con un defecto del tubo neural y se les aconseja tomar una dosis superior a los 5 miligramos (mg) de ácido fólico cada día hasta llegar a las 12 semanas de embarazo.
Puedes tener más posibilidades si:
· o tú o el padre biológico del bebé tienen un defecto del tubo neural · o tú o el padre biológico del bebé tienen antecedentes familiares de defectos del tubo neural · has tenido un embarazo anterior con un defecto del tubo neural · tienes diabetes · toma medicamentos contra la epilepsia · tomas medicamentos antirretrovirales para el VIH
Si algo de esto se te aplica, habla con tu médico de cabecera. Pueden prescribir una dosis más alta de ácido fólico.
Las mismas recomendaciones para el ácido fólico:
Se recomienda que todas las mujeres que planean un embarazo tomen un suplemento diario de 0,4 mg de ácido fólico al día (400 μg/día)durante al menos un mes antes de la concepción y que continúen durante los tres primeros meses para disminuir el riesgo de defectos del tubo neural en el recién nacido.
En las mujeres con antecedentes de defectos del tubo neural, que hayan tenido un hijo con defectos del tubo neural, que tengan diabetes o que estén tomando anticonvulsivos, se recomienda la suplementación diaria con una dosis de 5 mg de ácido fólico. Esta cantidad debe administrarse a partir de preparados que solo contengan folato, ya que la obtención de estos 5 mg/día mediante multivitaminas puede implicar la ingesta de dosis excesivas de vitaminas liposolubles como la vitamina A.
Las autoridades sanitarias aconsejan que se considere la posibilidad de tomar 10 mg de vitamina D al día.
En cuanto a la vitamina D:
Debe evaluarse la suplementación si la exposición al sol no está garantizada y en las mujeres de algunos de estos grupos: • Mujeres de piel oscura (de origen africano, caribeño o asiático) • Mujeres confinadas o que deben evitar la exposición al sol • Mujeres que se cubren la piel por motivos culturales
Yodo
La carencia de yodo durante el embarazo puede alterar el desarrollo cerebral normal del feto y desencadenar diferentes alteraciones, según la gravedad del déficit Por esta razón, debe garantizarse un suministro adecuado de yodo durante el embarazo.
Aunque el yodo se encuentra en diversos alimentos (especialmente en el pescado, los productos lácteos y la sal yodada), las cantidades son variables y generalmente insuficientes para satisfacer las necesidades del embarazo, que son más elevadas que las de la población general.
Durante el embarazo, como en cualquier momento de la vida, se recomienda el consumo de sal yodada (siempre que la sal no esté contraindicada) procurando no superar la medida de una cucharada de postre al día (para no superar la ingesta de sodio).
Con una dieta que contenga 3 raciones de leche y productos lácteos + 2 g de sal yodada, se cubrirían las necesidades de yodo durante el embarazo.
