Bebé
El embrión tiene ahora tres semanas, y ya tiene cabeza y torso; comienza a desarrollarse el cerebro. Entre 22 y 23 días después de la formación del corazón, del tamaño de una semilla de amapola, este comienza a latir por sí mismo. También comienzan a desarrollarse los brazos y las piernas. Al final de la semana 7 el aparato circulatorio habrá evolucionado por completo. Se desarrollan la mandíbula y la boca, y se inicia la formación de 10 piezas dentarias en ambas mandíbulas. Ya se pueden diferenciar los ojos, la boca y la nariz.
Mamá
Los niveles de la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG) —-que se libera cuando te quedas embarazada— son ahora tan elevados que los síntomas del embarazo suelen empezar a hacerse notar.
Las náuseas matutinas son normales. Las náuseas son uno de los síntomas más comunes del embarazo. Lo más probable es que tengas estos síntomas antes, ya que has tenido varios embarazos. Este embarazo podría ser totalmente diferente a los anteriores. Cada embarazo es único, por lo que es posible tanto que las náuseas sean peores como que sean más leves que antes.
La afección puede variar desde unas ligeras y sutiles náuseas hasta una sensación de malestar tal que se vomita una o varias veces al día durante un periodo de tiempo. Si tienes un sentido del olfato especialmente sensible, ciertos olores pueden desencadenar náuseas al cocinar. Comer un poco y con frecuencia puede ayudar. Los síntomas suelen empeorar en las semanas 7 a 10, tras lo cual disminuyen y se reducen por completo en torno a las semanas 12 y 14.
Aunque es poco frecuente, las náuseas y los vómitos pueden continuar durante todo el embarazo. Esto se llama hiperémesis gravídica El tratamiento puede implicar el ingreso en el hospital durante un día o más para evitar la deshidratación mediante la administración de líquidos y nutrientes por vía intravenosa. Existe un riesgo ligeramente mayor de padecer esta afección durante este embarazo si la sufriste en alguno de sus embarazos anteriores.
Consulta con tu matrona o con el profesional sanitario que te atiende si te encuentras tan mal que sientes que tu bienestar general se ve afectado. Existen medicamentos adecuados de venta sin receta, pero consulta siempre con tu matrona o con el profesional sanitario que te atiende antes de tomar cualquier medicamento para las náuseas matutinas. La matrona o el médico de cabecera pueden recetar medicamentos que te ayuden. La acupuntura puede proporcionar un alivio considerable.
Comer un poco y con frecuencia puede ayudar. Los alimentos hervidos o al vapor suelen ser mejores que fritos. Intenta tomártelo con calma y evitar el estrés. Es posible que tengas que estar de baja por enfermedad.
Otro síntoma habitual del embarazo es que los pechos se hinchan y están sensibles. Las hormonas están estimulando tus glándulas productoras de leche, haciendo que tus pechos cambien y crezcan. La hormona del estrógeno es la principal responsable de los cambios en los tejidos y glándulas mamarias. Llevar un sujetador cómodo que proporcione un buen soporte puede ayudar.
La sensación de quedarse sin aire, como si estuvieras en muy mala forma, es una situación que muchas mujeres experimentan cuando están embarazadas. Esto se debe a los cambios hormonales y al aumento del volumen de sangre. Estos cambios hacen que el pulso aumente y que se sienta sin aliento con más facilidad. Si lo sientes cuando no haces ejercicio o sientes que está empeorando, habla con tu matrona.
Tu estómago también puede sentirse hinchado y con gases debido a los elevados niveles de la hormona progesterona. También podrías tener estreñimiento. Si es así, beber mucha agua, hacer ejercicio y comer frutas deshidratadas, como albaricoques, puede ayudarte. No es raro que la tripa crezca más rápido cuando has estado embarazada más de una vez y es posible que ya tengas dificultades para abrocharte los pantalones.
Pareja
Es posible que te sientas culpable por no vivir las primeras semanas del embarazo con la misma intensidad que tu pareja. A ti te resulta más difícil comprender que estáis esperando un bebé, y es totalmente normal. Tu cuerpo no experimenta los cambios que vive la futura mamá.
Al recibir la noticia del embarazo es muy probable que tengáis sentimientos enfrentados. Por supuesto, os sentiréis alegres y expectantes, pero tal vez, al mismo tiempo, es posible que tengáis preocupaciones y algunas dudas. Piensa que es una reacción completamente normal frente a un cambio vital tan importante.