Bebé
El bebé mide alrededor de 16 cm desde la cabeza hasta los pies y pesa alrededor de 90 g al comienzo de esta semana, al final de esta pesará 120 g. La cabeza del bebé todavía es grande comparada con el cuerpo, pero comienza a verse más proporcionada. Los ojos están cerrados, pero han aumentado de tamaño y también han crecido las cejas y pestañas. Cada vez hay más pelo en la cabeza. Y todos los dedos de la mano y de los pies tienen ya pequeñas uñas.
Ha comenzado a formarse el tejido adiposo subcutáneo que mantendrá al bebé abrigado y le aportará energía.
El bebé percibe y reacciona ante los sonidos del exterior.
Mamá
Tu bebé está creciendo rápidamente en tu útero. Tu útero y los ligamentos crecen más rápidamente y ocupan más espacio en comparación con la primera vez que estuviste embarazada. La parte superior (el fondo) está aproximadamente a medio camino entre el pubis y el ombligo. Es posible que sientas que tu temperatura es más alta, que sudes más o que te falte el aire debido al aumento del volumen sanguíneo. Hacia el final del embarazo, tendrás un litro más de sangre de lo habitual.
Si sientes que te quedas totalmente sin aliento, habla con tu matrona o profesional sanitario para que puedan decidir si necesitas una cita para descartar que haya algo más que cause esa falta de aire.
Las membranas mucosas de la nariz y la vagina pueden ser delicadas y sangrar fácilmente. Para reducir las molestias de las membranas mucosas sensibles, utiliza un lubricante cuando tenga relaciones sexuales. Tus membranas serán delicadas incluso durante la lactancia, ya que tus niveles de estrógeno son bajos.
Si tus membranas mucosas están secas, puedes sangrar un poco después del coito. Pero esto podría deberse incluso a que el cuello del útero sangra más fácilmente durante el embarazo. Por lo general, no hay de qué preocuparse y lo notarás como una secreción de flujo marrón al día siguiente del coito. Ponte en contacto con tu matrona o profesional sanitario si estás preocupada.
Podrías notar más flujo vaginal. Mientras la secreción sea inodora, no hay de qué preocuparse. Sin embargo, si tienes un flujo con mal olor, habla con tu matrona. El flujo con mal olor puede ser un signo de una infección bacteriana que puede requerir antibióticos o de una candidiasis que necesitará una crema o un pesario.
