Bebé
Al inicio de esta semana el bebé mide alrededor de 27 cm desde la cabeza hasta los pies y pesa aproximadamente 465 g, a finales de esta pesará alrededor de 550 g. Todavía se pueden ver el esqueleto y los órganos del bebé a través de su piel. El bebé mejora su audición y es capaz de diferenciar distintos sonidos que se producen tanto dentro como fuera del cuerpo de la mamá. Al nacer el bebé reconocerá el tono y el ritmo de vuestras voces.
Mamá
El bebé sigue creciendo dentro del útero y esto afecta a tu digestión. En resumen, cada vez hay menos espacio para el estómago y los intestinos y podrías sufrir estreñimiento o ardor de estómago. Para aliviar esta última molestia, intenta comer más veces menos cantidad y no al revés. Dar un paseo después de cenar puede reducir el ardor de estómago y el estreñimiento. Quizá se trate de un síntoma completamente nuevo en este embarazo o una molestia desagradable que ya conoces de la otra vez.
La actividad física os viene bien tanto a ti como al bebé. Cuando te crezca la tripa, recomendamos modificar tu rutina de ejercicio para adaptarla a los cambios de tu cuerpo. Las actividades con ejercicios en el agua o el yoga para embarazadas son formas de hacer deporte de baja intensidad. Puede que sea más complicado sacar tiempo para hacer deporte si ya tienes un hijo. ¿Se te ocurre alguna forma de hacer deporte y que se puedan apuntar tus hijos mayores? ¿O quizá una actividad con la que puedas subir pulsaciones durante 10 minutos mientras ellos están a su aire? Cuantos más hijos tengas, mayor será la capacidad de inventiva que necesitarás para sacar tiempo y hacer deporte. ¿Por qué no hacéis algo divertido juntos al aire libre? Las bandas elásticas son muy prácticas para hacer ejercicio y caben en un bolsillo. ¿Y si aprovechas para ejercitar los bíceps o hacer sentadillas mientras tus hijos se lo pasan en grande en el tobogán?
A medida que la tripa y el pecho crecen, la piel se estira y puedes notar sequedad y picor. Ponte aceite especial para embarazadas u otra loción hidratante en la tripa y el pecho. Si tienes pareja, puedes dejar que se ocupe de esta tarea para que se sienta más cerca del bebé. A tu hijo mayor quizá le guste frotar la tripa de su mamá con loción.
Es posible que se te escape un poco de pis al reírte o al toser. Esto se debe a que los músculos del suelo pélvico están empezando a estirarse por el peso del útero, que sigue creciendo. Recomendamos encarecidamente practicar ejercicios de suelo pélvico a diario. Aunque no te parezcan entretenidos, son de gran importancia. Te ayudarán a fortalecer los músculos, tanto en el embarazo como después. El suelo pélvico es la base sobre la que se asientan todos los órganos internos y forma parte de los músculos del abdomen profundo: nuestro core.
También es la parte del cuerpo donde se encuentran los músculos del orgasmo femenino, así que los ejercicios de suelo pélvico son un esfuerzo que merece la pena en muchos sentidos. Cuantos más embarazos, mayor será el daño que sufran estos músculos fundamentales para nuestro bienestar. Esto sucede incluso si te han practicado una cesárea. El motivo de esta tensión sobre los músculos del suelo pélvico es la propia gestación y no tiene que ver con cómo haya sido el parto.
Aprender a relajar los músculos del suelo pélvico es igual de importante que hacer correctamente los ejercicios de Kegel. Si sueles sufrir de incontinencia urinaria al realizar esfuerzo físico, tienes que comentárselo al médico o la matrona. Puede ser que tengas que consultar con un fisioterapeuta que es experto en el suelo pélvico y te ayudará a fortalecer los músculos adecuadamente.
