Bebé
Al inicio de esta semana el bebé mide alrededor de 46 cm desde la cabeza hasta los pies y pesa aproximadamente 2,79 kg, al final de esta pesará alrededor de 2, 97 kg. El bebé se prepara para la vida fuera del útero, entre otras cosas, se chupa el pulgar. El reflejo de succión es muy importante para cuando tenga que agarrarse al pecho y empezar a mamar.
Recuerda que debes seguir sintiendo los movimientos del feto todos los días. De no ser así, acude enseguida a tu centro de salud, de día o de noche.
Mamá
¿Notas que estás más tensa y que aumentan las expectativas a medida que se acerca el momento de dar a luz? Prepara las cosas que quieres llevarte al hospital o maternidad. En la lista de Herramientas encontrarás ideas sobre qué meter en la maleta. Hazlo incluso si vas a dar a luz en casa por si tienen que trasladarte al hospital de forma inesperada. Es buena idea preparar la maleta con la persona que te acompañará en el parto para que sepa dónde está todo y pueda ayudarte cuando llegue el día. ¿Por qué no te animas a hacer un simulacro del trayecto al hospital? Así, podrás localizar por dónde se entra y dónde se aparca. Quizá ya hayas decidido que la opción más fácil es ir en taxi. Es buen momento para pensar en quién se quedará con tus hijos mayores cuando empiecen las contracciones. Prepara un plan A y un plan B porque una nunca sabe cuándo empezarán exactamente.
En la consulta previa al parto, la matrona repasará contigo tu embarazo, hablaréis sobre tus preferencias para dar a luz y revisaréis el plan de parto en caso de que lo hayas preparado. Toda esta información se añadirá a tu historial prenatal.
La primera leche que produces se llama calostro y es rica en nutrientes y anticuerpos. Puede que te acuerdes de la vez anterior: se trata de un líquido amarillento y el bebé necesita succionar con frecuencia para disponer de pequeñas cantidades. En realidad, la leche materna tardará en subirte al pecho dos o tres días después del parto, cuando el bebé estimule la producción al intentar mamar. Es probable que empieces a producir leche más rápido que la primera vez, como si tu cuerpo ya supiera lo que tiene que hacer. Los primeros días, tu bebé querrá y necesitará mamar con frecuencia (al menos, cada tres horas). El bebé se lo pide a tu cuerpo y la cantidad de leche que produces es cuestión de oferta y demanda. En el caso de que tu experiencia con la lactancia fuera positiva, te sentirás segura. Si tu experiencia no fue tan favorable y quieres intentar dar el pecho a tu bebé esta vez, pide ayuda antes de irte del hospital para estar mejor preparada cuando llegues a casa.
La leche materna, especialmente adaptada a las necesidades de un recién nacido, se digiere fácilmente, protege ante las infecciones y refuerza el sistema inmunitario del bebé. Cuando empieces a tener leche en el pecho, te recomendamos que des de mamar al bebé a demanda. Así, te aseguras de que tu bebé tenga todo el alimento que necesita. Dar el pecho es mucho más que alimentar a tu bebé; es cercanía, seguridad y comodidad.
En España se sigue la recomendación de la OMS de dar únicamente el pecho durante seis meses y continuar con una lactancia parcial hasta que el bebé tenga un año o más. Para ayudarte a contar con la mejor preparación posible, hemos diseñado una Guía sobre lactancia en colaboración con la matrona y especialista Elisabeth Hjärtmyr. La encontrarás en Artículos y Herramientas.
Aunque tu experiencia previa con la lactancia fuera complicada, no hay motivos para dar por hecho que esta vez será igual de difícil. Todos los bebés son diferentes y, sin duda, este es un esfuerzo que tenéis que hacer ambos. Puede que con este bebé todo salga a la perfección. Si decides no darle el pecho o crees que es demasiado complicado, acuérdate de mantener al bebé cerca de ti cuando le des el biberón. Mantén el contacto piel con piel si fuera posible. Os vendrá bien a los dos.
La lactancia se asocia muchas veces a un sentimiento de culpa. No te culpes si no ha ido como esperabas y recuerda que lo más importante es que el bebé tenga alimento, mucho amor y cercanía. Tu facultad de querer y cuidar a tu hijo no tiene nada que ver con la capacidad de darle de mamar.
Si has decidido antes de que nazca el bebé que no vas a darle el pecho, se añadirá una nota a tu historial en el caso de que se lo hayas contado a la matrona en una consulta. Díselo ahora si aún no lo has hecho. Recomendamos llevar al hospital o a la maternidad un sujetador deportivo muy apretado y ponértelo en cuanto nazca el bebé para retrasar la producción de leche. En algunos casos, se administra medicación para evitar que produzcas leche.
Pareja
Las expectativas son altas y a muchos todo lo que pasa les provoca un gran estrés. Procurad calmaros, ya que las hormonas del estrés os afectan tanto a vosotros como al bebé. Daos apoyo el uno al otro y disfrutad de estas últimas semanas. Tomad un baño, disfrutad de una buena película y dormid hasta tarde. ¡Os merecéis un descanso! Intentad animaros con actividades que os brinden tranquilidad y armonía.